domingo, 22 de marzo de 2009

Novedades en la investigación de anticuerpos contra el VIH

Translation Service

El campo de las vacunas del VIH está prestando cada vez más atención a la estrategia del uso de anticuerpos para luchar contra el virus. A lo largo del último mes, se han hecho públicos diversos estudios en los que se informaba de avances en la investigación e identificación de anticuerpos.
El primero de ellos, publicado por el matrimonio de investigadores Gail Ferstanding Arnold y Eddy Arnold en Journal of Virology, daba cuenta de un hallazgo muy importante para atacar un punto débil del virus. En su estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud, fueron capaces de colocar un fragmento del VIH en la superficie de un virus del resfriado y lo inocularon en animales. Éstos produjeron anticuerpos en respuesta, incluyendo algunos específicos contra el fragmento del VIH incluido en el virus vector. Se consiguió que dicho fragmento mantuviera su forma original, de modo que cuando el sistema inmunitario lo detectase, montase una respuesta similar a si se tratase del propio VIH.
No es la primera vez que se hace algo semejante, pero la novedad es que los anticuerpos obtenidos mostraron actividad frente a gran cantidad de cepas del virus de la inmunodeficiencia humana. En general, los anticuerpos desarrollados contra una versión del virus pueden no servir para otra si ha variado su aspecto. Esta facilidad para mutar es uno de los grandes problemas para encontrar una vacuna contra el VIH.
En el caso del matrimonio Arnold, su éxito se debió a que fueron capaces de identificar una parte del virus que es esencial para poder entrar en las células y que es compartida por la mayoría de las cepas. “Se trata de un mecanismo que va a ser difícil que el virus reinvente sobre la marcha, por lo que resulta ser un blanco realmente útil”, declaró Gail Arnold.
“Lo realmente emocionante es que hemos sido capaces de encontrar virus capaces de inducir respuestas de anticuerpos frente a una enorme variedad de aislados del VIH (...). Se trata de la primera demostración de la existencia de este ‘talón de Aquiles’ en particular”, señalan los autores, que también se muestran cautos: “Es probable que [la respuesta de anticuerpos] no sea lo suficientemente potente por sí misma para convertirse en una vacuna, pero constituye una prueba de concepto de que lo que intentamos hacer tiene una base sólida”.
En un segundo estudio, un equipo de científicos de la Universidad Duke (EE UU) liderado por la doctora Georgia Tomaras, ha conseguido aislar por primera vez en una muestra de suero humano un anticuerpo, el 2F5, que podría desempeñar un papel clave en el diseño de vacunas contra el VIH, según informa la revista Journal of Virology.
Dicho anticuerpo tiene gran importancia porque en estudios previos se había comprobado que era capaz de neutralizar hasta el 80% de las cepas del VIH, por lo que es considerado un anticuerpo ampliamente neutralizante. Apenas un reducido porcentaje de los pacientes con VIH genera estos anticuerpos (en su estudio, sólo se encontró en el suero de una persona entre 300 estudiadas), y lo hacen, en general, meses después de haberse infectado por el virus, por lo que suele ser tarde para que pueda evitar la transmisión.
“Tomaras y su equipo de investigadores nos han dado la oportunidad de aislar y estudiar las células inmunitarias capaces de producir este anticuerpo tan raro”, afirma el doctor Barton Haynes, director del Instituto Duke de Vacunas Humanas. “Nuestro objetivo será encontrar un modo de activar estas células para que elaboren de forma rutinaria este tipo de anticuerpos antes de que se produzca la infección”, indica.
Por su parte, en un tercer estudio sobre anticuerpos, realizado por el doctor Michel Nussenzweig junto con un equipo de colaboradores de la Universidad Rockefeller (EE UU) y financiado por dicha universidad, la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el Sida [IAVI, en sus siglas en inglés] y la Fundación Bill y Melinda Gates, se encontró que algunas personas cuyo organismo es capaz de controlar la progresión por VIH presentan una gama de anticuerpos, en lugar de un único anticuerpo, contra diversos antígenos virales.
Nussenzweig considera que esto abre una nueva vía de investigación en el campo de las vacunas basadas en anticuerpos, que hasta ahora se ha centrado en la búsqueda de anticuerpos capaces de bloquear diferentes cepas del VIH, y afirma: “Deseábamos probar algo diferente, y por lo tanto intentamos reproducir lo que sucede en el paciente. Lo que ocurre es que éste presenta numerosos anticuerpos diferentes que, de forma aislada, tienen una capacidad neutralizante limitada, pero que, al actuar de forma conjunta, son bastante potentes”.
Los autores analizaron la sangre de seis pacientes cuya infección por VIH estaba controlada por el sistema inmunitario y estudiaron la respuesta de anticuerpos de las células B de memoria frente a la proteína gp140 del VIH (que incluye otras dos, la gp120 y la gp41, y que es esencial para que el virus infecte las células).
Se detectaron 433 anticuerpos que se unían a la proteína gp140 (70% a la gp120 y 30% a la gp41). Los responsables del estudio destacaron que ninguno de los anticuerpos de la gp41 tenía como diana las regiones reconocidas por dos de los anticuerpos ampliamente neutralizantes conocidos (incluyendo el mencionado 2F5).
Al estudiar la actividad de los anticuerpos dirigidos a la proteína gp120, se comprobó que la mayoría presentaba algún grado de actividad neutralizante, pero nunca la suficiente como para explicar toda la protección del paciente. “No encontramos ningún caso en el que un único anticuerpo monoclonal explicase toda la actividad neutralizante en el suero (...) [sino que los anticuerpos mostraron] unos niveles de actividad variable frente a los diferentes virus”, explican los investigadores.
Por último, Nussenzweig se muestra convencido de que, si una vacuna consigue copiar la respuesta natural observada en estos pacientes, podría ser capaz de proteger a los inoculados frente a diversas cepas del VIH.
¿Qué son los anticuerpos y los anticuerpos ampliamente neutralizantes?
Cuando en el organismo penetra una sustancia extraña [como puede ser el VIH, por ejemplo], el sistema inmunitario reacciona generando dos tipos de respuestas: una celular (células-T CD4 y CD8) y otra humoral, o de anticuerpos.
Los anticuerpos son unas proteínas en forma de Y que se unirían al virus y evitarían que infectase a sus células diana CD4. Por hacer un símil, si el virus y la célula fuesen dos piezas de un puzle que tienen que encajar entre sí para que se produzca la infección, el anticuerpo se uniría al primero impidiendo dicho encaje.
El sistema inmunitario elabora diversos tipos de anticuerpos específicos contra el VIH, pero sólo unos pocos son capaces de neutralizarlo. Este grupo selecto de anticuerpos que pueden evitar con éxito que el virus infecte células son los denominados anticuerpos neutralizantes. Los anticuerpos que pueden neutralizar de forma eficaz numerosas cepas diferentes del VIH se denominan anticuerpos ampliamente neutralizantes. Estos últimos son muy raros y hasta ahora sólo se ha identificado un puñado de ellos (véase ‘Cuestiones básicas’ del VAX de febrero de 2007 sobre ‘Entender los anticuerpos neutralizantes’).
Para esquivar la acción de los anticuerpos, el VIH adopta diversos mecanismos de defensa. Uno de ellos es su gran capacidad de mutación, que puede consistir en pequeños cambios en su forma o estructura. La mayoría de las personas con VIH producen anticuerpos contra el virus al poco de infectarse, pero incluso en el pequeño espacio de tiempo que el organismo requiere para preparar la respuesta humoral, el VIH puede cambiar tanto que el anticuerpo es incapaz de reconocer a la mayoría de los virus en el organismo y, por tanto, es ineficaz. Por otro lado, el virus está recubierto por unas voluminosas moléculas de azúcar que actúan como escudo, bloqueando el acceso de los anticuerpos a sus dianas virales.
¿Cómo utilizar los anticuerpos en la práctica clínica?
La administración directa de los anticuerpos ampliamente neutralizantes ha demostrado su capacidad de controlar la infección por VIH, pero su empleo de forma regular no sería práctico ni desde el punto de vista económico ni logístico. Por este motivo, se estudian estrategias alternativas para aprovechar el potencial clínico de los mismos.
Una de las estrategias consideradas consiste en la introducción del gen que exprese el anticuerpo ampliamente neutralizante en cuestión en las células y, así, éstas lo generarían de forma constante en el propio organismo. Al igual que en el caso de las vacunas contra el VIH, se utilizarían virus modificados como vectores para ‘transportar’ e insertar los genes deseados en el genoma celular.
Ya se cuenta con resultados preclínicos de este enfoque en primates no humanos. Las respuestas conseguidas fueron duraderas (aún se podían detectar los anticuerpos un año después de la vacunación) y eficaces en la protección frente al VIS [virus de la inmunodeficiencia símica, la versión en monos del VIH].
Si este enfoque consigue inducir la generación de anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el VIH en seres humanos, podría significar una nueva vía de investigación en vacunas del sida, tanto preventivas como terapéuticas.
Fuente: Elaboración propia / ScienceDaily. 
Referencias: Arnold GF, Velasco PK, Holmes AK, et al. ‘Broad Neutralization of HIV-1 Elicited from Human Rhinoviruses that Display the HIV-1 gp41 ELDKWA Epitope’.J. Virol. doi:10.1128/JVI.00184-09.
Shen X, Parks RJ, Montefiori DC, et al. In vivo gp41 antibodies targeting the 2F5 monoclonal antibody epitope mediate human immunodeficiency virus type 1 neutralization breadth. J Virol. 2009 (Apr); 83(8):3.617-3.625. Epub 2009, Feb 4.
Scheid JF, Mouquet H, Feldhahn N, et al. Broad diversity of neutralizing antibodies isolated from memory B cells in HIV-infected individuals. Nature DOI 10.1038/nature07930 (2009).

No hay comentarios: